martes, 12 de julio de 2016

San Ponç de Clariana

1era. Fase.
El trabajo que presento me ha recordado unos hechos que me explicaron hace unos años. Hubo un historiador de la comarca de Bages (Barcelona) en el último tercio del siglo pasado que reconocía a sus amigos que le ayudaron a preparar su tesis doctoral, que escribir sobre los siglos anteriores al IX-X, era muy fácil, pues nadie podía contradecirle al no existir documentación original; en cambio cuando escribía a partir del siglo X, tenía que ir más en cuenta para evitar de ser criticado. Sus escritos, que complacían fantásticamente al obispado de Vic fueron ampliamente divulgados y aún hoy son tenidos en consideración. Desgraciadamente son muchos los que han leído y han creído lo que aquel historiador escribía, pero pocos saben que una buena parte de lo que escribía era falso o inventado. No es ninguna critica, al final la historia refleja el momento en que se ha escrito y para quien se ha escrito. Por ejemplo, si leemos la vida de "El Cid Campeador" escrita en España en los siglos XVI-XVIII, lo presentan como un caudillo invencible, casi un ser mitológico que se dedicó a expulsar los árabes de España. Si leemos la misma historia escrita en los mismos siglos pero por los árabes, nos encontramos con un personaje pérfido y cruel que se dedicaba a matar niños para que no se pudieran reproducir y violaba tantas niñas y mujeres como encontraba. Posiblemente El Cid sería la suma de lo que explican aquí y lo que explican allá. Ver muchas caras de un mismo prisma nos hace ver el mundo de una manera más real y auténtica. En el fondo, es parte del trabajo de quien se dedica a la recuperación de la memoria histórica.
Esta extraña introducción se debe a que realmente no siempre puedes ofrecer toda la verdad en un 100%, quieres crear un trabajo que intente reflejar este 100% pero sabes que habrá una buena dosis de aportación personal debido, precisamente a la falta de documentación o restos físicos que te puedan ayudar. Si se explica correctamente, la gente lo entiende, lo que no se puede hacer, es no decirlo.
Sant Ponç de Clariana es una iglesia románica que está sumergida en el fondo del pantano que le da el nombre. No hay fotos, planos ni mucha historia que hable de esta iglesia. Queda tan poco en pie que para poder verla, el pantano debería estar casi vacío, a diferencia de otras iglesias sumergidas que un día u otro se puede ver el campanario. De ahí que no hayan fotografías. ¿Porque he elegido precisamente este edificio? 
Mi intención era hacer un trabajo con edificios de ábsides contrapuestos, el origen, la finalidad, etc.
El señor Xavier Sitjes, escribió en el año 1987 un trabajo sobre las cuatro iglesias con ábside opuestos que consideraba que habían en Cataluña (Santa María de Arles, San Pedro de Burgal, San Simeón de Centelles y Sant Ponç de Clariana) y explicaba el porque: "... el tipo de iglesia con ábsides opuestos ... es de origen norteafricano, del siglo V y fue el resultado de añadir a una basílica de tipo normal, o sea, sólo con un ábside en levante, otro en poniente, éste con finalidad martirial o funeraria. El modelo pasó a la Península Ibérica, pero no llegó a los Países Catalanes ... " En Cataluña la moda vino de Francia y aún en época románica. Pero, ¿Realmente llegó a Cataluña, o por lo menos, a la Cataluña Central la moda de los ábsides opuestos? (Para saber más)
Continuando con la lectura del señor Sitjes: "... Esta iglesia [hace referencia a Sant Ponç de Clariana] como una curiosidad por tener dos ábsides ya llamó la atención de Cesar-August Torras, a principios de siglo [se refiere al siglo 20] después, hace pocos años [1979, El románico del Solsonès], fue publicada por Vidal-Vilaseca, los cuales, sin embargo, en mi opinión, dieron una errónea descripción del contraabsis, al no tenerlo por tal, y un gráfico de la planta que no se corresponde con los restos visibles ... [la iglesia] consta citada por primera vez en 1068 en una concesión de franquicias a los habitantes de la Vall de Lord, por el conde de Urgell Ermengol IV, pero se refiere, evidentemente a un templo anterior al actual, ya que éste es necesario datarlo del siglo XII ... "
El artículo iba acompañado con una planta de la iglesia y una fotografía del contraabsis. Con estos dos únicos elementos intenté hacer todo el trabajo. Todo era demasiado fácil, finalmente le pedí al Sr. Sitjes, con quien nos une una gran amistad, si tenía alguna otra foto de la iglesia. El resultado fue espectacular y me hizo cambiar todo lo que había estado dibujando y ver que posiblemente no fuera una iglesia de dos ábsides.
En palabras del Sr. Sitjes, todo lo que presento es hipotético, pero no descartable.
El siguiente conjunto de planos muestra la iglesia de Sant Ponç tal como podría ser en la primera fase:
  • Ábside en el lado de levante con ventana de simple derrame.
  • Cubierta de madera y tejado a dos aguas.
  • Arco diafragmático en el centro de la nave para poder utilizar árboles más cortos y facilitar las tareas de mantenimiento (la nave hace unos seis metros de largo y quizás les sería difícil de encontrar árboles tan largos)
  • Paredes de unos 80/90 centímetros de espesor, suficientes para las dimensiones del templo.
  • Arco de reducción para acceder al santuario con una pequeña moldura a nivel de impostas.
  • Puerta de acceso en el lado Sur. (Posiblemente sin tímpano, sólo dintel)









La documentación aportada por el sr. Xavier Sitjes consta de un plano de planta y dos fotografías.
El plano siguiente se ha extraído del artículo que hemos estado comentado, las fotografías que siguen me permitió escanearlas de sus originales para poderlas publicar y hacer el trabajo con más coherencia.
Planta de Sant Ponç tal como el Sr. Sitjes la pudo dibujar. 
Podemos interpretar perfectamente toda la parte de Levante, Sur y Poniente:
  • el arco de reducción para acceder al santuario (Levante);
  • el arco central (arco toral segun Sitjes)
  • El contraabsis con dos hornacinas y una ventana de simple derrame.
  • No hay arco de reducción para acceder a este ábside de poniente (observamos que su sección es ligeramente inferior al primer ábside pese ser de mayor diámetro)
La idea del primer templo sale precisamente del estudio de la parte posterior del edificio, donde el último arco y el arranque del ábside coinciden en el punto donde se acabaría el primer templo, hemos de tener en cuenta además, que la nave tuvo que ser reforzada por el interior con el fin de aguantar el peso de la bóveda con que querían cubrir el templo. Esto hizo reducir el espacio interior y seguramente también se perdió el banquillo de piedra adosada al muro donde solía sentarse la gente mayor. La construcción de un contraabsis se explica porque es mucho más económico y fácil construir un muro cilíndrico y un cuarto de esfera que alargar la nave, cerrarla por poniente y cubrirlo todo con bóveda.

 
Representación de Sant Ponç en la primera etapa.
El arco central, que en la primera etapa del templo lo considero arco diafragmático, se explica por la longitud de las vigas y los árboles disponibles. Un arco toral es mucho más propio del gótico y se manifiesta normalmente en el exterior en forma de arbotantes. El románico para dar una cierta elasticidad a la bóveda y al mismo tiempo evitar que se deforme, suele utilizar el arco fajón, pero no en un edificio de seis metros de largo.

2da. Fase.
El siguiente conjunto de planos pretende mostrar el edificio que se presenta en maqueta y que se corresponde al momento de mayor plenitud del templo. El dibujo inferior derecha muestra la unión del segundo ábside con la nave. Se puede ver que se ha reducido ligeramente el diámetro absidal para no hacerlo coincidir exactamente con la anchura de la nave para entender mejor que hablamos de la unión de una obra nueva con una preexistente.


La foto muestra el lado Sur, de izquierda a derecha podemos observar el ábside de Levante, el arco de reducción, la nave, el arco diafragmático, la puerta de acceso (tapiada), otro tramo de nave, el arco que da paso al ábside de poniente y una puerta abierta en la curvatura del ábside que no se ha tenido en consideración en la maqueta. Como decoración tenemos la cornisa o imposta del arco de reducción, una forma parecida pero no coincidente en la nave y de mayor escala en el último arco. Todo ello hace pensar que la única decoración original es la primera, la de la nave y la del último arco corresponden al regrueso de la segunda etapa. También podemos observar como el segundo tramo de nave y el tercer arco comparten sillares en las primeras hiladas, lo que hace pensar que todo corresponde a un mismo momento constructivo de la segunda etapa.


Sant Ponç en la etapa de mayor plenitud.
El siguiente conjunto de planos nos muestra la iglesia de la segunda fase en varias secciones; el dibujo superior izquierda intenta reproducir el ángulo visual de la fotografía superior para poder seguir los elementos que intervienen. Recuérdese que la puerta se ha mantenido en su lugar original.


Ábside de poniente con la hornacina y la ventana de simple derrame, obsérvese el nivel de agua en el lado derecho, compárese con el plano superior para ubicarla.

La maqueta muestra diversas vistas del exterior, el interior o la entrega de la parte nueva con la vieja, en este caso los "sillares" se representan de otro color y con unas medidas mucho más homogéneas; también podemos ver el arco diafragmático, la cornisa, el presbiterio con una pequeña escalonada para solemnizar el lugar y el segundo ábside con el detalle de las dos hornacinas protegidas por unos postigos.