sábado, 18 de julio de 2015

La iglesia de San Miguel de Grevolosa

Esta pequeña iglesia que se presenta en maqueta intenta reproducir un templo rural anterior al año 1000.
Los restos que nos han llegado de la iglesia de San Miguel de Grevolosa se limpiaron y consolidaron a principios de la década de 1970. Inicialmente era una pequeña iglesia de una nave construida a lo largo del siglo IX, posiblemente sea el único edificio que hay en toda Cataluña con una cabecera triple y los absidiolos puestos en linea (sin crucero).

Tras los destrozos provocados por los árabes, se modificó, se construyeron unos arcos diafragmáticos longitudinales y la convirtieron en una iglesia de tres naves (estos arcos se pueden ver en la parte baja de la embocadura del ábside central), curiosamente en una de las impostas de este segundo edificio que se conserva en la Seo de Manresa (foto siguiente), hay unos grabados todos paganos (Agni, culto al sol, etc.) es curioso que en el año 915 que es cuando se considera que se reconstruye, al rector no viera que allí no había ni un solo símbolo cristiano.
También en la Seo de Manresa se conserva la base, columna y el soporte para aguantar la mesa de altar.
Grevolosa se construye con pocos recursos y muchos nervios, los bosques están quemados y se hace difícil encontrar árboles de buenas dimensiones que nos sirvan para hacer vigas. Como hablamos de un edificio tipo «cubierto»: una nave con cubierta a dos aguas, necesitamos una viga que nos cubra toda la longitud de la nave y esto es casi imposible. La solución que podremos apreciar en la maqueta, fue utilizar dos vigas; alargaron el presbiterio casi hasta la mitad de la nave y en el vértice de la entrada situaron una viga corta para cubrir la zona presbiteral o de levante y en el mismo punto situaron una segunda viga más larga para cubrir la nave del fieles.
Estos tipos de construcciones normalmente la desarrollaban dos grupos de paletas:
  • Por un lado tenemos la construcción de la zona presbiteral que conllevaba unos conocimientos técnicos más superiores como el trabajo con cerchas y arcos o el hecho de ligar los sillares con mortero de cal. Seguramente hablaríamos de unas cuadrillas especializadas que eran contratadas por el rector del pueblo para construir con muy poco tiempo los espacios presbiterales y que se movían por diferentes pueblos. Posiblemente también hicieran restauraciones muy rápidas de iglesias tras los ataques árabes.
  • Por otro lado tenemos la construcción de la nave y las cubiertas, todo ello efectuado por gente del pueblo sin tantos conocimientos, que fijaban los sillares con barro y que no dialogaban demasiado con la gente que construía el presbiterio, posiblemente por envidia o celos, lo podemos observar por la falta de alineación existente entre la nave y el presbiterio.
Toda la zona del ábside, el presbiterio y las dos sacristías, se cubrió con bóveda de herradura efectuada con sillares partidos a golpes de maceta sin muchos miramientos, la bóveda central es más elevada que las dos laterales, ya que éstas adaptan la altura al pendiente del tejado.
Cada uno de los tres elementos tiene su propia ventana de simple derrame también con arcos de herradura pero torcidas y torpemente elaboradas.
La ventana central es la mejor acabada (foto lateral), a pesar de ser de simple aspillera el doble plano de la base nos recuerda las ventanas de doble aspillera, el dintel superior exterior es de grandes dimensiones y le han recortado parte de la circunferencia de la propia ventana, la base también está recortada.
Para enfatizar el presbiterio y hacerlo más grande, se utiliza un recurso muy elemental: se construyó el muro de cierre no en línea con el resto del ábside, sino situado hacia el exterior, exactamente el grosor del propio muro (foto siguiente).


Es decir, que la parte exterior de los absidiolos se corresponde con la parte interior del ábside central. Este muro que era más bajo que el ábside, tenía su propia cubierta a dos aguas.
En la maqueta podremos observar que el bloque presbiteral no sigue el eje de la nave sino que tiene su propia orientación, tiene un giro hacia el lado norte, podemos ver que el muro presbiteral le resta espesor al muro de la nave (lo debilita) y en la parte sur le ocurre lo contrario, el muro presbiteral «entra» en la nave (lo refuerza).
El edificio se encuentra en una pendiente de la montaña y rebajaron en creces la zona donde pensaban construir, tanto es así que para entrar en la iglesia por el lado sur se han de bajar dos escalones y en cambio el muro de la parte norte queda casi un metro y medio por debajo de la cota de la montaña.
En el segundo escalón de entrada todavía se conserva parte del quicio (a las puertas les clavaban un palo a cada lado, el extremo superior lo introducían en un agujero hecho en el dintel y el extremo inferior lo hacían resbalar por una canal marcada en el escalón hasta que llegaba y entraba en otro agujero, de esta manera la puerta podía girar como si tuviera una bisagra)
Adosado al muro interior había una bancada de piedra que permitía a las personas mayores poder sentarse mientras duraba el oficio.


Las dimensiones del edificio se adaptan con mucha exactitud a lo que hemos ido viendo en otros lugares, en este caso la medida utilizada es la VA (V2/V3). Vemos en las dos fotos superiores que una medida equivalente a 2 VA nos indica los centros de los montantes de la bóveda central y de las bóvedas laterales (barra gris horizontal). La altura de la ventana central se corresponde con 1 VA.

La siguiente imagen, collage hecho con varias fotos de planos en formato 3D de la iglesia, dibujados exclusivamente para este trabajo, nos muestran el edificio que estudiamos, tanto por el interior como por el exterior.
Si bien no hacen falta muchas explicaciones para entender los planos, si que es bueno que nos fijemos en la vista frontal (inferior izquierda). Hemos comentado que la bóveda del ábside esta ligada con mortero de cal y nos ha llegado lo suficientemente bien como para poder medir el espesor de las paredes y las luces internas (foto superior). También hemos comentado que el soporte de altar se conserva y se puede medir. Todo ello nos lleva a pensar que no habría ningún miembro de la curia romana que pudiera celebrar misa en aquel presbiterio, no podría pasar la barriga al otro lado del altar. Bromas aparte, debemos recordar que en aquella época la misa se oficiaba de espaldas al pueblo. Es decir, el sacerdote no tenía porque pasar al otro lado del altar.

La maqueta hecha a escala 1:50, nos permite ver gracias a su construcción modular, varias partes del edificio: se ha realzado mucho el terreno en el lado noroeste pero no tanto como en la realidad; podemos ver la entrada en el lado Sur y el grosor añadido a la parte Este para enfatizar el presbiterio y los cuatro bloques de piedra que configuran su ventana; la desviación presbiteral hacia el lado Norte, que provoca que la capilla de este lado penetre hacia el muro y en cambio la capilla del lado Sur, sobresale y refuerza el muro; los dos escalones para bajar a la nave; podemos cubrir todo el edificio con dos vigas sin necesidad de armazón, aunque no estén en línea recta.